Rubén Cañete
La formación deportiva tiene muchas caras, y aunque cada disciplina tiene sus particularidades, hay valores, retos y aprendizajes que son universales. Escuchar otras voces, incluso fuera del baloncesto, nos permite ampliar la mirada y descubrir enfoques que enriquecen nuestra manera de entender el deporte base.
Hoy nos acercamos a una de esas disciplinas hermanas: el balonmano. Un deporte intenso, táctico, exigente y, sobre todo, formativo. Las similitudes con el baloncesto son más de las que podríamos imaginar: la necesidad de anticipación, la toma de decisiones en espacios reducidos, la velocidad… y, por supuesto, la importancia de crear entornos de aprendizaje saludables.
El protagonista de este episodio ha recorrido todo el camino como jugador desde las categorías inferiores hasta el nivel nacional, y lleva más de siete años dedicado a la formación en su club. Allí ha entrenado a equipos benjamines, alevines, infantiles y cadetes, y actualmente dirige dos grupos femeninos con entusiasmo, vocación y un compromiso claro con el desarrollo integral de sus jugadoras.
Entre sus prioridades está dar protagonismo a la figura del portero, garantizar que todos los niños y niñas participen, y trabajar de forma cercana con las familias, a quienes convoca cada temporada para explicar las normas y el enfoque del equipo. Tiene una visión crítica sobre cómo el físico se impone al talento, y defiende que el balonmano femenino representa una versión más técnica y táctica del juego. Cree en el poder del deporte para formar, y lo vive cada día desde la pista.
Hoy, con todos nosotros, Rubén Cañete.