Marketing e inteligencia artificial
La IA y el marketing se han unido para revolucionar los negocios y todo los sectores
Se han juntado dos mundos que por separado ya daban miedo, marketing y algoritmos alimentados con datos personales. Los primeros ya son conocidos por no tener demasiados escrúpulos a la hora de promocionar sus productos, solo hay que ver como trabajan en sectores como el infantil y en el ámbito político para que se te hiele la sangre en las venas. Sobre los segundos, no nos habíamos fijado mucho en ellos hasta hace poco, pero su voracidad captando datos y definiendo los algoritmos que muestran la información relevante o los anuncios más relevantes para cambiar y orientar comportamientos está ahora en la línea de escrutinio público.
Con la llegada de la IA subimos un peldaño la apuesta, no solo se capta más información sino que el algoritmo nos es desconocido. No tenemos ni idea de como funciona, desconocemos por completo que caminos lógicos usa para llegar a conclusiones, lo único que tenemos claro que el proceso de entreno es fundamental, y este proceso no es neutro.
Hay una diferencia abismal entre el resto de tecnologías y la IA, las primeras son neutras y va en función de como se aplican para clasificarlas bajo un pinto de vista moral. La IA ya parte de una clasificación moral de valores y no de su aplicación.
Pero nos guste o no, la IA ya está aquí y se ha aliado con el marketing, o el marketing como elemento activo del todo lo malo del mundo, ha abrazado sin miramientos una herramienta que le va a ayudar en sus objetivos, sin importarle los medios ni los fines.
La partida de poker de tus datos
Dicen que si no pagas por un producto, tus ers el producto. Con todas las IA que hay dando vueltas por el mundo, si no pagas por ellas, es que ellas están usando tus datos para crear perfiles basado en lo que le dices y en los metadatos que pueden encontrar de ti, y créeme que pueden hacer un profiling tan preciso que los del FBI se van a quedar sin trabajo. Con todo esto, es casi automático el poder tener y detectar los buyer persona que un producto necesita, y lo que es peor, los triggers que te activan, y lo que es todavía más deprimente, hacerlos tan personalizados que existan mensajes contradictorios pero que nunca los llegues a ver.
Si esto no fuera suficiente, la IA es capaz de generar desde el concepto, hasta el copy pasando por la cretividad. No necesita interacción humana, bueno, se necesita por un tema más de imagen que de realidad. ¿Como pensaríais que la sociedad acogería una IA totalmente autónoma?, pues al igual que muchos productos de precocinados te piden que añadas un huevo o leche o algún que otro detalle, básicamente para que tengas la percepción de que es más natural, en la IA se ponen a seres humanos en el proceso para darle una pátina de confiabilidad porque al final “hay un cerebro humano”.
También es cierto que la IA falla y mucho, pero para detectarlo se necesitan personas expertas y cada vez quedan menos y las que quedan ya no las contratan, es lo que tiene tener una edad.
La IA no reemplaza la creatividad humana, pero la complementa, proporcionando datos y perspectivas que ayudan a definir ideas más sólidas y alineadas con la demanda real.
Predictivo
Una de las aplicaciones más poderosas de la IA en marketing es su capacidad predictiva. Utilizando modelos de machine learning, las empresas pueden anticiparse a las tendencias del mercado antes de que sean evidentes.
La inteligencia artificial está redefiniendo el marketing nos guste o no, seamos luditas o de Bilbao, es una realidad que ha llegado y hemos de aceptarlo. La IA puede ayudar a desarrollar nuevos conceptos hasta personalizar las experiencias de usuario de forma sofisticada tan sofisticada que parece que le están hablando exclusivamente a ellos.
En definitiva, el marketing e inteligencia artificial no son una combinación que no es producto de la moda sino una necesidad real en el mundo de los negocios.