El viaje del héroe
Hay una verdad que quizás nos incomode, de hecho a mí es algo por lo que siento rechazo, pero hemos de generar una imagen de lo que somos. Esta imagen o marca personal es lo que los demás perciben de nosotros, la suma de lo bueno y de lo malo. Esto va a ocurrir nos guste o no, por lo que es importante que este vacío de información lo ocupemos nosotros con nuestro argumentario, evitando que esta ausencia se llene con ideas erróneas. Recuerda la frase: tu valor está relacionado con lo que piensan los demás sobre ti.
Para crear una imagen hemos de tomar nosotros el control del relato y colocar en la plaza pública un reflejo de lo que somos. Y con plaza pública me refiero a lugares como LinkedIn, nuestra web, redes sociales o incluso nuestro CV. Cualquier lugar donde dejamos huella es un lugar donde hemos de tener claro qué queremos que los demás perciban de nosotros.
¿Pero qué decimos de nosotros mismos? ¿Cómo sabemos quiénes somos? Para este proceso, que no es fácil ni sencillo y nos ha preocupado desde hace millones de años —de hecho, en el templo de Apolo en Delfos está la frase “Conócete a ti mismo”— me apuesto el pie de mi vecino a que versiones parecidas a esta idea están en todas las culturas, porque es la base de las tres preguntas básicas de toda la humanidad: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?
Pero como no vamos a ponernos en modo socrático —a pesar de que la mayéutica es una herramienta muy extendida en las sesiones de coaching— actualmente se trabaja con estos modelos: el SOAR y el STAR, que son muy parecidos porque tienen básicamente el mismo objetivo.
El acrónimo SOAR representa: Situación, Obstáculo, Acciones y Resultados.
Por otra parte, STAR sería: Situación, Tarea, Acción y Resultado.
Estos dos principios quieren que busques situaciones en las que te veas representado y encuentres cada una de las partes. Una vez las tengas detectadas, entra en fase lo que realmente me ha interesado: tenemos las habilidades, duras o blandas, con los conocimientos que nos han permitido salir de una situación realizando unas acciones que han producido un resultado.
Tenemos los datos en bruto, ahora falta pasar de ser un señor de Barcelona con una idea loca a ser la marca puntera de alimentación en todo el mundo. Para este viaje apasionante, no solo lo que decimos que somos ha de ser cierto y verificable, sino que hemos de comunicarlo. Y es en este proceso donde nos diferenciamos.
Aceptemos que tenemos más expertos, líderes, influencers que granos de arena en las playas de este pequeño punto azul en el que vivimos. A igualdad de valores percibidos, la mejor historia gana. ¿O por qué unos venden más? ¿Por qué algunos tienen más éxito en las relaciones amorosas? ¿O por qué unos vendedores se destacan sobre otros? Porque saben contar mejor su historia.
Hay cientos de formas de contar historias, pero creo que el modelo que más se ajusta a este estilo es el viaje del héroe. Es un clásico, y ahora que os lo voy a explicar no vais a dejar de verlo en todos los sitios.
Situación: Héroe en un lugar perdido sin posibilidad de crecer.
Obstáculos: Galaxia en apuros dominada por el mal.
Acciones: Se convierte en Jedi y gana a los malos malos.
Resultados: Se restablece el balance en la galaxia y todos son felices y comen perdices.
Este tipo de viaje lo vemos en El Rey León, Harry Potter y muchas películas. Lo importante es la narrativa, el describir el viaje y no el destino. Si la película fuera “Soy el elegido y cumplí lo profetizado”, no tendría tanto éxito y no se habrían construido franquicias de millones de euros sobre este principio.
Con lo que no solo has de saber en qué eres bueno —e insisto que no es nada fácil y necesitas un proceso guiado porque no solemos ser muy honestos con nosotros mismos— acudir a un coach no es un gasto, sino una inversión.
Una vez tengas claro quién eres, has de comunicarlo, sin ser un cansino ni un turras, pero sí tener claro que has de proyectar lo que eres y no avergonzarte de ello. Que el talento se esconda nunca ha ayudado a la humanidad, y menos a la capacidad de generar ingresos para crear proyectos que quizás sí puedan cambiar la sociedad para mejor.